PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO, PRINCIPIO DE RITMO, PRINCIPIO DE MENTALISMO, PRINCIPIO DE VIBRACIÓN, PRINCIPIO DE POLARIDAD, ETC.

Las leyes herméticas se enseñan al alcanzar la maestría en Reiki Heiwa to Ai, a partir del  volumen VII de "El Arte de Sanar". A continuación, una pequeña pincelada sobre esas leyes que gobiernan el mundo. 


Los pensamientos son energía generada por la mente. Esta energía sale de nuestra mente en forma de vibraciones u ondas, que por obra del Principio de Ritmo regresa a nosotros trayéndonos el futuro que cosechamos, pues los pensamientos son cosas (Principio de Mentalismo), tienen forma, sonido y color. Es una acumulación de energía que apoyada por la intención es proyectada hacia el objetivo como una bendición o una maldición. Esta vibración recorrerá la atmósfera unificándose a las vibraciones similares que encuentre (Principio de Vibración), volviendo a su emisor en días, meses, años o en futuras encarnaciones, trayendo los efectos de tal creación.

Dicho de otra manera, si piensas bien de algo o alguien, si haces un bien, si hablas bien de alguien, ese pensamiento, ese acto o esas palabras nacen para llevar bendición a esa vida y volverán a ti aumentando el bien que hiciste. Si te ocurren cosas bellas no es casualidad, la casualidad no existe, existe la causalidad, porque lo bello que te ocurra es un efecto de la causa que pusiste en marcha conscientemente o no.

En cada momento eliges cómo deseas vivir tu presente y esto se verá reflejado en tu futuro. Lo que haces, piensas o dices siempre pertenece a alguno de los dos polos: positivo o negativo; el mismo Principio de Polaridad lo fija en uno de ellos y el Principio de Causa y Efecto lo devuelve intensificado en algún momento. No hay error, los Principios son inalterables, inequívocos e impersonales.

Si siembras discordias, recogerás discordias; si criticas, serás criticado; pero si siembras amor, bondad, ayuda… recogerás más amor, más bondad y más ayuda.

¿Cómo puede la humanidad continuar creyendo que puede impunemente ser cruel, violenta, egoísta… y esperar tener salud, amor, fortuna, felicidad y paz? ¿Cómo se pueden desear todas las cosas buenas de la vida si sólo se siembran cosas malas?

Si nos decidimos a vivir creando sucesos armónicos y transmutando los acontecimientos inarmónicos, tenemos el poder, aquí y ahora, de disfrutar de una mejor calidad de vida.