El canto de armónicos


El canto de armónicos (canto difónico o canto de la garganta) es una forma milenaria de emitir sonido sanador. Consiste en una reverberación sonora generada entre la faringe y la boca que se caracteriza por la emisión conjunta de dos sonidos: un sonido grave (sonido fundamental o bordón) que es mantenido a la misma altura durante todo el tiempo de la exhalación y un sonido agudo (sonido armónico) que puede variar para crear melodías, el cual es un sonido cercano al timbre de una flauta o de una guimbarda (arpa de boca).

El canto de armónicos se desarrolló en el Sur de Siberia, Mongolia, Asia central, el Tíbet, Sudáfrica y Cerdeña. 

Los tibetanos cantan los armónicos visualizando deidades e incorporando textos sagrados en forma de mantras. 

La mayoría de culturas han visto en esta forma de emitir sonido, algo sobrenatural, cargado de atributos mágicos, místicos y sanadores. Este canto se ha utilizado a menudo como un medio (médium) para comunicarse con los seres invisibles de la Naturaleza. 

El canto de armónicos trata de encarnar un ambiente natural (silbido del viento, canto de pájaros,…). 

El cantante de armónicos produce un sencillo y potente zumbido, y, entonces, a través de diversas técnicas, convierte toda la parte superior de su cuerpo en una caja de resonancia vibrante. La posición de la lengua juega un papel importante para la emisión de los armónicos. Con la lengua en reposo, no se pueden emitir más que dos o tres armónicos y de poca intensidad. En cambio si la lengua divide la boca en dos cavidades, apoyándose en el paladar, se producen muchos armónicos y más agudos. 



Todas las personas tienen los armónicos en sus propias voces todo el tiempo. La mayoría puede aprender a cantar algunos armónicos en sólo unas cuantas horas.

Si dices la vocal A como si fuese un mantra pronunciando “aaaaaaaaaaaa”, esa nota contiene armónicos (sonidos alrededor), pero no constituye un canto de armónicos.

Para generar un sonido armónico debes emitir dos voces a la vez. En un canto armónico se debe escuchar el tono base más una especie de silbido o flauta. Para ello, hay que dividir la boca en dos cavidades a través de distintas técnicas, en una cavidad se producirá el sonido fundamental, y en la otra cavidad se producirá una resonancia para crear el armónico. 

Una vez que hayas dominado la escala y seas capaz de cantar de arriba abajo la serie de armónicos, el siguiente paso será seleccionar tu armónico preferido, de forma que puedas componer o improvisar una melodía. Esto se puede conseguir en unas semanas o meses, depende de tus habilidades personales y del tiempo que practiques.

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Extracto del libro "EL  ARTE  DE  SANAR Reiki Heiwa to Ai®" (Volumen VI)