Pasos para realizar la meditación gassho





- Elige un lugar tranquilo.

- Procura que la espalda esté alineada, desde la pelvis hasta la nuca. 

- Mantén la pelvis ligeramente basculada hacia delante, para que las lumbares queden alineadas.

- Estira la nuca y mete hacia dentro el mentón.

- Relaja los hombros.

- Procura que la nariz esté alineada con el ombligo y que las orejas estén alineadas con los hombros.

- Deja la boca suavemente cerrada, con la lengua tocando suavemente el paladar detrás de los dientes. 

- Balancea levemente el cuerpo de derecha a izquierda hasta encontrar el punto medio, y luego hacia delante y hacia atrás para centrarte.

- Mantén los ojos cerrados o si lo prefieres también los puedes dejar semicerrados, mirando a un metro delante de ti, con una inclinación de la mirada de unos  45 grados.

- Deja por unos instantes las manos descansando sobre el regazo a la vez que llevas la atención al Tanden.  Se encuentra debajo del ombligo, dentro del vientre, a medio camino entre el ombligo y la parte superior del hueso púbico.

- La respiración debe ser abdominal (diafragmática). Tienes que llevar el aire al vientre, en vez de dejarlo en la parte superior del pecho. Al inhalar, el abdomen se expande, y al exhalar, el abdomen se contrae. No interfieras en el proceso natural de la respiración. Observa relajadamente el ritmo natural de la respiración, pero no la manipules. Deja que el cuerpo respire por sí mismo. 

- Esboza una suave sonrisa.

- Cuando te notes preparado para empezar a meditar, coloca las manos en gassho (namaste), juntándolas a la altura del corazón y rozando ligeramente el esternón con los pulgares. 

- Con las manos en gassho lleva la atención a donde se unen las puntas de los dedos medios (o dedos corazón). Toda tu atención durante la meditación debe estar en ese punto de contacto de las yemas.

- Siempre que te venga un pensamiento, obsérvalo, déjalo ir, y vuelve tu atención a tus dedos corazón. No tienes que hacer nada más.

- Permanece en esa postura relajado y atento, en quietud y silencio. Si te resulta cansado mantener ambas manos juntas ante tu pecho durante toda la meditación, pósalas sobre tu regazo, manteniéndolas juntas, en una posición confortable, y sigue meditando en quietud y silencio. 

- Cuando acabes haz una reverencia gassho rei (inclina la cabeza hacia delante con las palmas de las manos juntas ante el pecho como muestra de respeto y gratitud). Luego muévete poco a poco hasta reanudar las actividades normales.

Con 20 ó 30 minutos de meditación ya es suficiente, pero si no tienes mucho tiempo, 5 minutos de meditación son mejor que nada. Lo importante en la meditación es la regularidad. Si meditas cada día, por la mañana y por la noche, notarás un cambio sorprendente en tu vida.

La Meditación Gassho calmará tu mente, reducirá tu estrés y te recargará energéticamente.

Recuerda que cuando meditas no estás intentando poner la mente en blanco. 




Extracto del libro "EL  ARTE  DE  SANAR Reiki Heiwa to Ai®" (Volumen I)