La energía, Ki en japonés, está presente en todo el Universo. Se encuentra en todas partes: en las estrellas, en los planetas, en el agua, en el aire, en la tierra, en el fuego, en las plantas, en los animales y en los seres humanos.
Esa energía es el elemento fundamental del Universo y es la que confiere vida a todo cuanto existe. También es la responsable de las funciones más elevadas de la mente y es la fuerza con la que debemos contactar para curarnos. Es una energía que cuando resuena con los estados de alta consciencia nos lleva a la salud perfecta.
Así pues, todo es energía que está viva, animándolo e interconectándolo todo. Toda esa Fuerza Vital forma un Único Campo de Energía.
Desde hace miles de años, las medicinas orientales siempre han concebido al ser humano como un ser energético. Para esas medicinas, el entramado energético gobierna a las reacciones químicas.
Cuando se presenta un desequilibrio en el cuerpo, quiere decir que con anterioridad ya se había manifestado en el nivel etéreo, ya que toda enfermedad es una somatización de procesos energéticos.
Como practicantes de Reiki Heiwa to Ai actuamos como canales para reequilibrar el cuerpo energético, donde se encuentran los sistemas sutiles (chakras, meridianos y puntos de acupuntura). Estas estructuras, forman una trama que provee al cuerpo de energía procedente del Campo Universal. Al usar la energía de la vida, promovemos la paz y la felicidad en la mente y en el corazón.
La energía (Ki) o Fuerza de la Vida nunca esta quieta, siempre está en movimiento, transformándose, pasando de una a otra fase, de uno a otro estado. Para entender esta dinámica vital veamos los conceptos de Yin y Yang.
Extracto del libro "EL ARTE DE SANAR Reiki Heiwa to Ai®" (Volumen I)
